Resumo:
Los acontecimientos históricos de las últimas décadas, nos conducen al desafío de emprender una búsqueda incesante para la generación de pro- puestas superadoras a problemas de larga data. La crisis del Estado de Bienestar, las políticas económicas de ajuste de los años noventa y la casi desaparición de políticas públicas para mejo- rar la calidad de vida de la población agravaron la desintegración del tejido social, alcanzando altos niveles de desocupación y pobreza. Este panorama complejo de pobreza estructural nos desafía en la construcción de políticas alternati- vas conducentes a la inclusión social. Creemos que la acción del estado debe inscri- birse en el marco de una estrategia conducente al empoderamiento de la propia comunidad, par- tiendo de sus intereses y reconociendo sus sabe- res. Impulsar estas metodologías implica un pro- ceso de aprendizaje tanto de parte de la comuni- dad como de los agentes de la intervención. Es con este objetivo que propiciamos aquí un recorrido enriquecedor en experiencias de acción colectiva orientadas a la organización para el acceso y distribución de agua en comunidades rurales del país. La clave desde la cual pensamos esta recopila- ción, está basada en la articulación de saberes, la complementariedad de capacidades y la construc- ción conjunta de soluciones. En este marco, inten- tamos que el Estado -desde el lugar que nos toca- se integre a la construcción, al debate, a la pro- puesta, como un actor más del territorio, sin por esto negar la centralidad y responsabilidad que le compete a la hora de afrontar las soluciones. La apuesta de intervención -desde los progra- mas bajo nuestra coordinación- es la generación de propuestas que favorezcan la mejora de la calidad de vida desde procesos organizativos. En este sentido, se pueden forjar capacidades tanto técnicas como organizativas y de gestión en los actores locales, como estrategia que garantice continuidad y apropiación comunitaria, convenci- dos que mediante la participación de los involu- crados se fortalecen los proyectos para responder a las necesidades de nuestro pueblo. Esta propuesta dialógica, se constituye en una instancia concreta de democratización, donde la planificación y gestión es colectiva, a la vez que permite tanto a los equipos técnicos como a los pobladores destinatarios, enriquecer sus saberes y prácticas en la interacción, incor- porando a la resolución de los problemas, las necesidades y características propias de la cada zona y comunidad. El acceso al agua para consumo humano y como recurso básico de producción, reafirma en nosotros el compromiso de avanzar para que una problemática de esta magnitud sea en el media- no plazo superada y sea a su vez una base para desencadenar procesos tendientes a la mejora de la calidad de vida y el desarrollo comunitario, garantizando la seguridad y la soberanía alimen- taria. Los primeros pasos -en este sentido- lo cons- tituyen los aportes a estas experiencias aquí rese- ñadas, a la vez que esta publicación es un paso más en la difusión y valoración acerca de la cen- tralidad de esta necesidad -y por lo tanto- de la urgente concreción de este derecho.
